Las mujeres hemos avanzado, pero aún queda camino por recorrer

La escritora, editora y traductora Laura Freixas (Barcelona, 1958), toda una experta en el campo de la literatura hecha por mujeres y autora de la antología de relatos Madres e hijas y del ensayo Literatura y mujeres,  recorre en su nueva obra, Libro de las madres (451 editores), los textos literarios más importantes que se han escrito sobre la maternidad a lo largo de la historia.

«Leer nos hace vivir otras vidas», reza una conocida frase que la polifacética autora Laura Freixas ha completado en una acertada reflexión: «leer nos hace vivir otras vidas, pero nunca las de una embarazada o una madre». A pesar de ser el centro de las relaciones familiares, la autora y editora considera que la maternidad ha sido tratada «de manera marginal en la literatura hasta el siglo XX».

La historia de este cuidado libro al que completan unas bellas imágenes y que acaba de publicar 451 editores surgió de la propia experiencia de la autora y editora, ya que al quedarse embarazada se dio cuenta de que la literatura no la había preparado «para esa experiencia». «En la historia de la literatura hay muy pocas madres y, sobre todo, hay ciertos aspectos de la maternidad que están prácticamente ausentes, como la relación madre-hija, que sólo se ha convertido en un tema literario en el último medio siglo, desde que Simone de Beuavoir publicó Una muerte tan dulce, o como el tema del embarazo», explica.

Madres hay más de una
Madres hay más de una, afirma la escritora y también traductora en la introducción de este libro, pero entonces, ¿por qué la literatura se ha empeñado en retratar dos tipos extremos de madre: la demoníaca y la angelical? La respuesta, según Freixas, es el monopolio masculino que ha dominado la historia de la literatura. «Cuando en la literatura aparecen un buen número de escritoras, empiezan a aparecer personajes de madre más matizados, más humanos», explica.

Ese «silencio escandaloso» al que ha sido sometido este tema consiguió que la autora empezara a bucear en los textos más tempranos de la literatura, buscando reflexiones que hablaran de esos sentimientos tan íntimos y a la vez tan universales como el embarazo y la maternidad. «El embarazo es una experiencia emocional y física tan intensa como el erotismo, y sin embargo, sobre el erotismo se han escrito miles de páginas literarias y sobre el embarazo casi ninguna», reflexiona Freixas, quien considera que la época actual es «la más justa» con las madres, simplemente por el hecho de que «hay más escritoras».

«No sólo en la historia de la literatura aparecen pocas madres, sino que las que hay son vistas desde fuera, por el hijo o la hija. El punto de vista más ausente en la literatura es el punto de vista de la madre», opina la escritora.

Textos que reflejan madres muy diferentes
A la hora de seleccionar los textos que aparecen en este Libro de las madres, Freixas ha intentado que estuvieran representadas situaciones muy distintas: desde la mujer que quiere ser madre y no puede -que aparece en el relato ‘La estéril’ de Emilia Pardo Bazán-; la joven soltera que contempla la maternidad de lejos con curiosidad, deseo y miedo -en el de Katherine Mansfield-; pasando por la madre que adora a su hija -‘Cartas a la hija’, de Madame de Sévigné- y sin olvidar la madre terrible que amarga la vida de su hijo -‘Pelo de zanahoria’, de Jules Renard-.

Precisamente, son las ‘Cartas a la hija’ de Madame de Sévigné uno de los textos favoritos de la editora, quien destaca de esta autora del siglo XVII el amor por su hija, que es la gran pasión de su vida, «una pasión intensa y a veces conflictiva, una gran historia de amor y dificultades, con reconciliación final».

Del libro se desprende la idea de que es necesario un verdadero debate sobre la maternidad en el mundo intelectual y profesional, sin embargo, el cuidado de los niños y de los ancianos y el trabajo doméstico «son dos grandes obstáculos a la igualdad», apunta la autora. «Creo que es un error atribuirlos sólo a las mujeres, como se hace con la ‘conciliación’, que en la práctica afecta casi exclusivamente a las mujeres, pero también es un error hacer abstracción de ellos, actuar como si no existieran», recuerda Freixas, partidaria de «compartirlos entre mujeres y hombres», algo que sólo se logrará «haciéndolos visibles».

Experta en el papel de la mujer en la sociedad y en la literatura, Freixas es optimista sobre la situación actual de las féminas: «para mí no cabe duda de que hemos avanzado; nuestra vida es quizá más estresante que la de nuestras madres, pero es infinitamente más variada, estimulante, divertida y libre». No obstante, esta obra, además de informar y entretener, también busca movilizar a las mujeres: «Yo siempre persigo este objetivo porque estamos muy lejos, en casi todos los terrenos, de la igualdad de trato, oportunidades y reconocimiento a la que tenemos derecho», resume.

Fuente: Esther Ginés / Estrella Digital