Qué es y en que consiste la vitrificación de óvulos
Hoy en día queremos tener claro y controlar el mejor momento para ser padres. Para la mujer esto puede suponer un problema sin contamos con la edad ideal para ser madre. Sin embargo la ciencia avanza para que todas las mujeres tengan la misma oportunidad.
La vitrificación de los óvulos es una de las técnicas de preservación de la fertilidad que permite posponer la capacidad reproductiva de una mujer el tiempo que se desee, con las mismas posibilidades que en el momento en que se vitrifican los ovocitos. Este tratamiento de reproducción asistida ofrece tasas de éxito similares a las que se obtienen con óvulos frescos.
La ventaja principal de la vitrificación de óvulos frente a la congelación tradicional es que no se forman cristales de hielo que dañen al óvulo, y alrededor del 97% sobreviven al procedimiento.
Procedimiento
Es un proceso de solidificación de los óvulos. Esta técnica consiste en reducir la temperatura a la que se expone el ovocito, de 22 °C iniciales a -196 °C de forma rápida. La velocidad de enfriamiento es de 23.000 °C por minuto, en las técnicas tradicionales la velocidad oscila entre los -0.3 y los -2 °C. El procedimiento tiene lugar en nitrógeno líquido, y la solución lleva además una alta concentración decrioprotector que evita la rotura de las membranas celulares.
Este congelamiento ultrarrápido, no permite que se llegue a formar ningún cristal de hielo, que pueda dañar las estructuras intracelulares, si no que se genera una especie de cubierta sobre el óvulo transformándose en un cuerpo líquido de aspecto vidriado, o vítreo. De ahí el nombre de vitrificación.
El proceso completo para una mujer que quiera preservar su fertilidad, sigue los mismos pasos iniciales que un ciclo de fecundación in vitro. Una estimulación del ovario con un tratamiento hormonal, y luego la extracción de varios óvulos mediante una sencilla intervención llamada punción ovárica. Después, se realiza la vitrificación en el laboratorio y se mantienen almacenados en nitrógeno líquido durante un tiempo indefinido, aunque se plantean los 50 años como límite ético, tiempo que la Sociedad Española de Fertilidad recomienda para cualquier tratamiento.
Más adelante, cuando la mujer desee ser madre, puede proceder a usar los óvulos vitrificados. Para realizar el tratamiento, son descongelados y microinyectados mediante la técnica ICSI con el semen de su pareja o donante. Después se cultivarán y los mejores embriones serán transferidos al útero de la madre.
Fuente: reproduccionasistida.org
Sin comentarios