El colectivo homosexual exige igualdad de derechos en materia de reproducción asistida
Las leyes sirven para ordenar la vida de las personas y, en teoría, solventar sus problemas. Pero como producto de los humanos, en más ocasiones de las deseadas se convierten en reflejo de sus propias contradicciones e incoherencias. A juicio de la Asociación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Euskadi, Gehitu, esto es lo que sucede actualmente con las normativas encargadas de regular las técnicas de reproducción asistida y lo que ha ocurrido hasta hace pocos años con las relativas a la adopción. Cualquier persona, a título individual, ha podido solicitar convertirse en tutor de un menor hasta 2005, pero se le han cerrado las puertas en el caso de querer alcanzar estas mismas metas acompañadas de una pareja de su mismo sexo, situación que se reproduce ahora al solicitar someterse a terapias de fertilización para concebir un hijo. Koldobike Mujika, coordinadora de Gehitu, exige la eliminación de estas barreras legales ya que, asegura, «cualquiera de los actuales modelos de familia puede ser perfectamente válido siempre que cumpla con la condición esencial de crear un marco protector para el o la menor».
Con motivo de la celebración de las jornadas sobre Nuevas familias y principio de igualdad: un debate abierto, organizadas por el Ararteko, la portavoz de Gehitu subrayó la necesidad de abordar la idea de familia como una realidad plural en continua evolución. «No han faltado quienes han querido hacer de este hecho lecturas apocalípticas tratando de ver en el mismo la crisis definitiva de la institución. Nada más lejos de la realidad. Quizá lo correcto sería hablar en términos de crecimiento y evolución reivindicando de esta manera un necesario reajuste conceptual. Y es que no es la familia la que está en crisis, si acaso, su concepto único», explicó.
La mano jurídica se abrió, en el caso de la CAV, en mayo de 2003, cuando el Parlamento Vasco otorgó a las parejas homosexuales la posibilidad de adopción conjunta. Una desprotección legal del menor que quedó definitivamente superada con la reforma del Código Civil que reconoció el matrimonio homosexual y todos los derechos que le son inherentes, entre ellos la filiación de los hijos. Puesto que en el caso de las adopciones individuales la Ley no ha exigido requisito alguno referido a la orientación sexual, muchos gays y lesbianas han hecho uso, con anterioridad a 2003, de su derecho a adoptar individualmente, conformando nuevos núcleos familiares. Esta situación dio lugar a una brecha entre la realidad social y la realidad jurídica que se mantuvo hasta la nueva normativa y provocó un silencio sobre esta realidad, de modo que hoy en día no se disponen de datos sobre la incidencia homoparental.
Según Mujika, son muchos los estudios realizados que avalan el hecho de que los jóvenes educados en familias homoparentales no presentan diferencias respecto a los educados en familias heteroparentales. «Nos referimos, entre otros, a un estudio realizado en la Universidad de California realizado en 1986, estudio que contó con una de las más amplias muestras en la materia realizadas hasta el presente al implicar a 84 familias y 85 hijos e hijas. El estudió analizó el estado psicológico de los hijos e hijas criados en familias lesboparentales por inseminación artificial, siendo algunas de sus principales conclusiones la existencia de un adecuado ajuste en el desarrollo personal, emocional, social o intelectual de los hijos e inexistencia de diferencias significativas en el desarrollo de su identidad, nivel de autoestima, comportamiento social u orientación sexual, entre otras consideraciones», atestigua.
En el Estado español, los datos del primer estudio sobre familia homoparental realizado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y la Universidad de Sevilla reiteran que no existen diferencias entre los hijos e hijas criados en familias heteroparentales y homoparentales, si exceptuamos el hecho de que los hijos e hijas de familias homoparentales presentan una mayor flexibilidad en sus roles de género y una mayor aceptación y respeto a la diversidad sexual.
Fuente: Axier Burdain / Noticias de Álava
Sin comentarios