Maternidad

Depresión postparto, ¿afecta a los hombres?

La depresión postparto suele presentarse en los primeros meses después del nacimiento de un bebé.

Según un estudio del Centro de Investigaciones Pediátricas en Norfolk, Virginia, el 10 por ciento de los padres y el 14 por ciento de las mujeres que tienen un hijo por primera vez en este país sufren depresión posterior al parto.

Varios expertos indican que los cambios hormonales que ocurren en las mujeres durante el embarazo y el nacimiento del bebé pueden ser los causantes de la depresión, mientras que entre los hombres parece que el cambio súbito de estilo de vida y la nueva responsabilidad afectan más.

De repente, no sólo hay que mantener y proveer a un nuevo ser, sino que también es probable que el hombre quede en un lugar muy secundario en la relación con la mujer.

En ocasiones, hay hombres que hasta han experimentado algo parecido a los celos al ver que sus primogénitos se convierten en el eje de atención de las madres.

¿Cuáles son los síntomas?

Aunque los síntomas de una depresión suelen ser muy parecidos entre padres y madres después del nacimiento de un bebé, sobre todo del primero, los hombres deben estar atentos a sentimientos de melancolía, falta de interés en cosas que antes les gustaban, dificultad para dormir o demasiado sueño; intranquilidad; falta de energía, cansancio constante sin motivo aparente; dificultad para concentrarse o para tomar decisiones y conflictos interpersonales. Por ejemplo, discusiones con compañeros de trabajo con los cuales congeniabas antes; irritabilidad; conductas arriesgadas como manejar con rapidez o deseos de tener aventuras extramaritales sin que importe lo demás.

Si no eres de los que tenías tendencia a permanecer muchas horas en tu trabajo y lo haces después del nacimiento de tu hijo, presta atención ya que podrías estar tratando de evadir esa nueva etapa de tu vida con todo lo que conlleva.

Si notas que estás experimentando al menos tres de los síntomas anteriores es conveniente que converses con tu médico o acuerdes una cita con un psicólogo o psiquiatra con experiencia en depresiones. Y si notas que también la mamá se ha deprimido sería saludable que fueran ambos a ver a un profesional, por el bien de la pareja y, sobre todo, del bebé.

Afecta a todos

Aunque hay personas que son más proclives que otras a sufrir depresión, éste es un trastorno que puede afectar a todos independientemente de la edad o el sexo.

Varios estudios han concluido que a los hombres hispanos les cuesta trabajo admitir que se sienten deprimidos pues consideran que es un signo de debilidad, de poca hombría y, por lo tanto, no buscan ayuda ni siquiera de sus mejores amigos, en especial si la melancolía guarda relación con el nacimiento de su bebé.

Si pasas por una situación así y te da vergüenza hablar con personas conocidas, averigua en tu empresa si hay servicios de atención psicológica para trabajadores, ya que suelen ser confidenciales y no afectan en absoluto tu puesto. Además, muchos hospitales suelen tener secciones que ofrecen ayuda tanto a mujeres como a hombres que padecen depresión postparto.

Alternativas

Cuando el grado de depresión postparto no es tan severo como para interferir en tu vida diaria, mientras determinas si es necesario que veas a un profesional que te ayude hay algunas cosas que puedes empezar a hacer por tu cuenta para tratar de sentirte mejor:

El ejercicio es una excelente terapia contra la depresión.

Evita refugiarte en el alcohol o las drogas. Esa alternativa sí demuestra un carácter débil mientras que admitir que tienes un problema y buscar cómo enfrentarlo, no.

Siempre que tengas ocasión, trata de dormir un poco más. Una de las consecuencias de la llegada de un bebé a la casa suele ser la fatiga de los padres pro falta de sueño, algo que no favorece a tu estado depresivo. Simplemente una siesta ya es una terapia reparadora.

Si le tienes miedo a la paternidad, trata de involucrarte de lleno en la crianza de tu bebé. Poco a poco lo irás conociendo y te quedarás asombrado con sus progresos diarios.

Controla la ira. No pierdas de vista que el bebé ha venido al mundo porque tú y tu pareja lo han traído, la responsabilidad es de los padres., no de él, y debe ser compartida.

Habla con tus amigos que tienen hijos pequeños. Ellos pueden darte consejos útiles con respecto a la paternidad.

Si te sientes relegado por tu pareja después del nacimiento del bebé, sé sincero con ella y conversa el asunto sin rodeos.

Esfuérzate por resolver tus inquietudes, no te limites a contemplarlas y ser víctima de ellas.

No te preocupes con aquello que, de momento, escapa a tu control.

Y por último, como decían las abuelas de antaño: «No cruces el puente antes de llegar al río». Paciencia, mucha paciencia.

Fuente: Héctor Pina / Chron – La Voz de Houston

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