Un estudio niega que las técnicas de reproducción asistida tengan efectos sobre el nacimiento de los bebés
El uso de técnicas de reproducción asistida no tiene ningún efecto sobre el proceso de nacimiento del bebé, según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU, por sus siglas en inglés) y publicada a través de una serie de artículos en las revistas especializadas ‘Lancet’ y ‘Human Reproduction’.
El equipo liderado por la ginecóloga e investigadora Liv Bente Romundstad observó los embarazos de más de 1,2 millón de mujeres noruegas cuyos partos fueron anotados en el Registro Médico de Nacimientos de Noruega entre 1984 y 2006. De ellos, un total de 8.229 fueron embarazos logrados a través de técnicas de reproducción asistida.
Los científicos no encontraron ninguna diferencia entre los niños nacidos de mujeres que concibieron de forma espontánea y las que lo hicieron tras someterse a un tratamiento de fertilización en el peso del recién nacido, la edad gestacional, los riesgos de que el bebé naciera pequeño para su edad gestacional y en el parto prematuro.
No obstante, descubrieron un alto riesgo de que se produjeran partos de nalgas en embarazadas que utilizaron técnicas de reproducción asistida, aunque sus investigaciones sugieren que esta diferencia no se debe a la tecnología en sí misma, sino a la edad gestacional del bebé y el número de partos previos que tuvo la madre.
En concreto, Romundstad halló que el 5 por ciento de los niños concebidos por reproducción asistida nacían de nalgas frente al 3 por ciento de la media. A su juicio, esta circunstancia se explica porque las madres que tienen niños por reproducción asistida suelen ser algo más mayores que la media, tienden a tener embarazos más breves y menos partos previos.
«También creemos que algunos de los frecuentes partos de nalgas que se producen pueden explicarse por el hecho de que los niños suelen estar de nalgas en las primeras etapas del embarazo», apuntó la investigadora, quien asegura que los bebés «giran varias veces durante el embarazo y se ponen cabeza abajo cuando acaba el periodo normal de gestación». «Si el niño nace antes de que termine el periodo de gestación, no está claro que haya tenido tiempo de situarse boca abajo», anotó.
El estudio concluye diciendo que la reproducción asistida no tiene por sí misma efectos adversos en los embarazos o el parto. «Puede haber condiciones que difieren en las madres que utilizaron las tecnologías de reproducción asistida y las que no lo necesitaron, pero esas diferencias no se deben a la tecnología en sí misma», acotó.
Fuente: ADN
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