Donación de Óvulos

Un estudio asegura que las donantes de óvulos se sienten felices de haber ayudado

La mayoría de las mujeres que donan óvulos retienen una perspectiva positiva sobre su experiencia un año más tarde, según indica una investigación reciente.

Los investigadores encuestaron a 75 donantes de óvulos en el momento de la donación y un año más tarde, y encontraron que las mujeres seguían sintiéndose felices, orgullosas y sin preocupaciones sobre su experiencia.

«Hasta ahora, sabíamos que las donantes mayormente se sentían satisfechas con su experiencia en el momento», comentó Andrea M. Braverman, autora líder del estudio y directora de medicina complementaria y alternativa de Reproductive Medicine Associates of New Jersey en Morristown. «Ahora vemos que para la gran mayoría la experiencia positiva persiste».

Braverman y colegas de la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson de Piscataway, Nueva Jersey, tenían programado presentar los hallazgos de la encuesta en Denver el miércoles en una reunión de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva.

Un año después de la donación, las mujeres apuntaron que raras veces se preocupaban sobre la salud o bienestar emocional de los niños que ayudaron a concebir. Dijeron que solo pensaban sobre la donación en algunas ocasiones y que raras veces la discutían.

Las donantes también reportaron que la compensación financiera no era el principal motivo para ayudar a otra mujer a quedar embarazada. Describieron más bien un deseo de ayudar a otros a cumplir con sus sueños como lo que las impulsaba, seguido por el dinero y por sentirse bien.

Las mujeres que dijeron que el proceso de donación las hizo sentirse valiosas tendían a estar receptivas a la idea de conocer a sus hijos cuando llegaran a la adultez. Y la mayoría de donantes estaban abiertas a la idea de conocer a las recipientes de los óvulos y participar en un registro de donantes.

«Estos hallazgos son de apenas un año, y son parte de un estudio continuo de cinco años», advirtió Braverman. «Y la vida cambia en cinco años, así que será interesante ver si esto dura tanto. Aún no podemos saberlo. Pero lo que vemos hasta ahora es que los sentimientos persistieron al inicio del viaje. Un año más tarde, no vemos un cambio en la experiencia de las donantes. Y eso es algo bueno».

Linda Applegarth, directora de servicios psicológicos del Centro de Medicina Reproductiva e Infertilidad del Hospital Presbiteriano de Nueva York y el Colegio Médico Weill de la Universidad de Cornell, describió el estudio como «muy útil», pero expresó poca sorpresa ante los hallazgos.

«En realidad, me reúno rutinariamente con las donantes un año después de la donación, sobre todo con las que desean donar de nuevo», apuntó, y anotó que alrededor del 65 por ciento de las donantes de su centro desean repetir el proceso. «Y diría que anecdóticamente, mi experiencia concuerda con los hallazgos del estudio», añadió.

«Muchas eligen donar de nuevo porque han tenido una experiencia muy positiva», explicó Applegarth. «Y además de lo que las motivo a donar en primer lugar, tras la donación, la experiencia con frecuencia toma un nuevo significado para ellas, de forma positiva. Así que su motivación se hace más multifacética, porque realmente saben que han hecho una diferencia».

Applegarth apuntó que las donantes no se obsesionan con la experiencia. «Siguen con sus vidas. Y creo que eso también habla bien del hecho de que muchos de los que trabajamos con donantes intentamos ser muy sensibles con ellas y con lo que hacen, y deseamos asegurar que tengan una buena experiencia de donación», dijo.

«Consideramos a las donantes como pacientes, y por tanto son tan importantes como todos los demás que participan en la experiencia», agregó Applegarth.

Un segundo estudio a ser presentado en la conferencia abordó el tema de la donación de óvulos desde una perspectiva distinta, y encontró que las mujeres que son donantes tiene un perfil psicológico muy distinto del de las mujeres que prestan el servicio de llevar a un bebé a término.

En comparación con las donantes de óvulos, se encontró que las llamadas madres sustitutas tenían un mayor grado de «creencia en la bondad humana» y «satisfacción con la vida», encontraron investigadores de la Universidad de Northwestern, en Chicago.

También se observó que las sustitutas tenían un sentimiento más potente de «responsabilidad social».

Fuente: MedlinePlus

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