Se ultima un registro informático para controlar las donaciones de esperma
La aparición en España de un donante de semen que hubiera concebido un centenar de hijos, como ha aparecido en Holanda, «no sería descabellado», dice Fernando Abellán, asesor jurídico de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Esta sociedad científica, que agrupa a los especialistas en reproducción asistida, lleva años reclamando un registro nacional que permita controlar a los centros el número de donaciones.
Ahora nada lo impide. Las clínicas de fertilidad están obligadas a preguntar a sus donantes cuántas veces han donado anteriormente y dónde lo han hecho. La ley que regula estos tratamientos solo permite hacerlo hasta llegar a los seis hijos como máximo por donante, ya sea hombre o mujer. El objetivo, no es otro, que reducir al máximo la probabilidad de consanguinidad. Que los futuros hijos de esos donantes no se encuentren en un futuro y puedan concebir hijos con una pareja que podría ser un hermano de padre o madre. Pero, en la práctica, este sistema solo depende de la buena voluntad del que acude a una clínica a donar sus óvulos o sus espermatozoides. «Los donantes podrían mentir porque los centros no están conectados para ver dónde y cuándo han donado previamente», insiste Abellán.
Con un retraso de 29 años
No es solo una petición de los centros de fertilidad. La primera ley de Reproducción Asistida reclamó este registro informático en 1988. La posterior legislación volvió a exigirlo en 2006. Ahora once años después de la última legislación, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas parecen haber dado el impulso definitivo y hacer realidad este esperado registro.
El proyecto está en estos momentos en fase de pilotaje, recogiendo datos de las comunidades y con especial interés en la Comunidad Valenciana, explica un portavoz del Ministerio de Sanidad.
Seis hijos por donante, como máximo
Cuando esté terminado, habrá un control real de las donaciones. Aunque puede que para entonces se permita hacerlo en más ocasiones. El número máximo autorizado de hijos nacidos en España generados por gametos de un mismo donante «no deberá ser superior a seis», reza la legislación de 2006. Este número es bajo, si se compara con Holanda que llega hasta 25 hijos o 9 de otros países, según la Sociedad Española. Los centros españoles plantean que en una próxima reforma legislativa se permita llegar hasta 9, una cifra que no elevaría el riesgo potencial de consanguinidad, dicen.
España es uno de los país europeos con mayor actividad en reproducción asistida. En 2015 (últimos datos de la SEF) se hicieron 124.458 tratamientos de fecundación in vitro, un 6,7 por ciento más que en 2014. Los pacientes no son solo españoles. El país se ha convertido en un polo de atracción del llamado turismo reproductivo, por la calidad de los centros de fertilidad y por una legislación más permisiva que otras europeas. Un punto clave de esta legislación es que las donaciones en España, tanto de óvulos como de esperma, son anónimas a diferencia del Reino Unido, por ejemplo.
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