Medición del líquido amniótico
Existen dos maneras de medir el líquido amniótico. Durante los controles ecográficos los obstetras además de controlar el desarrollo fetal, realizan mediciones del líquido amniótico.
- Máxima columna vertical (MCV): se mide la máxima columna vertical de líquido libre, es decir sin feto ni cordón. Son valores normales de 2 a 8 cm.
- Índice de líquido amniótico (ILA): se sigue la misma dinámica que en el anterior pero realizando la suma de los cuatro cuadrantes en los que se divide la barriga de la embarazada. Los niveles normales de ILA van de 5 a 25 cm, se realiza a partir de la semana 24 de gestación.
Rutinariamente se emplea el método MCV y si se detecta alguna anomalía, ya se procede con ILA. Se detecta polihidramnios en un 2% de las gestaciones, y en función del grado se distingue:
- Polihidramnios leve: índice de líquido amniótico de 25-29.
- Polihidramnios moderado: índice de líquido amniótico de 30-34.
- Polihidramnios severo: índice de líquido amniótico superior o igual a 35.
Causas del aumento del liquido amniótico
No siempre se consigue averiguar qué está causando el aumento de líquido amniótico, en la mitad de los casos no se llega a conocer el porqué del polihidramnios. De forma general existen tres posibles causas: causas fetales, maternas y placentarias.
Si el origen se encuentra en el feto, puede deberse a anomalías en su desarrollo, especialmente relativas son las alteraciones gastrointestinales, pero existen otras causas como alteraciones en el sistema nervioso central, alteraciones renales, infecciosas, neuromusculares y algunos síndromes asociados a alteraciones genéticas.
Cuando la causa se encuentra en la madre suele estar relacionada con diabetes gestacional, una alteración metabólica en la embarazada puede causar este exceso de líquido.
Por otra parte, algunas alteraciones en la placenta, como un corioangioma (tumor benigno de la placenta) puede causar polihidramnios.
En función de la severidad del polihidramnios y la etiología, el obstetra realizará el seguimiento y los controles oportunos.
Tratamiento
En muchos casos no se encuentra una forma específica de tratar el filtrado glomerular fetal, especialmente si su causa es desconocida.
En aquellos casos más severos, existiendo una alta porbabilidad de parto prematuro, se puede realizar un amniodrenaje para eliminar el exceso de líquido. Este drenaje nunca se realiza después de la semana 35 y sólo ante polihidramnios moderado o severo, con ILA superior a 30.
A partir de la semana 32 también se pueden emplear inhibidores de las prostaglandinas, son fármacos que provocan un menor filtrado por parte del feto, disminuyendo la cantidad de orina fetal, también aumentan la reabsorción pulmonar y el paso de líquido amniótico a través de las membranas. Este tratamiento puede tener graves efectos secundarios en el feto, de forma que sólo se utiliza en casos muy particulares.
Con polihidramnios es muy probable que el parto sea prematuro, en función del grado y el desarrollo del feto se puede adelantar el momento del parto.
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