Me quiero hacer un tatuaje

Cuando decides hacerte un tatuaje debes informarte sobre el riesgo de infecciones, alergias o cualquier otro tipo de efecto secundario, tanto si es estás embarazada como si no lo estás. Por otro lado debes asegurarte de la higiene del tatuador y de la fiabilidad del centro dónde lo realizas.

Si estás embarazada, lo más probable es que se nieguen a tatuarte ya que hay riesgo de alergia a la tinta, infecciones y además la sensibilidad en la piel aumenta durante la gestación.

Por otro lado, no se sabe mucho acerca de los efectos que la tinta y los colorantes empleados en los tatuajes tienen en el desarrollo del bebé. Pueden ser inocuos para un adulto pero pueden tener un gran impacto en un feto.

Lo más recomendable es esperar y realizar el tatuaje después del parto. Por otro lado, también puedes considerar otra opción, los tatuajes de henna, que suponen menos complicaciones.

Es necesario esperar un cierto tiempo hasta que el cuerpo y la piel recuperen su posición. Si te realizas el tatuaje demasiado pronto puede que no quede bien.

Por otro lado, tampoco es recomendable realizarlo durante la lactancia. Durante este periodo es necesario mantener cualquier componente químico o agente externo alejado del cuerpo para evitar la posibilidad de que pase a la leche materna.

Aumento de peso y estrías

El aumento de peso que se produce durante la gestación puede modificar el diseño y la calidad del tatuaje.  La piel es elástica y se estirará al aumentar de peso.

Por otro lado, en la barriga probablemente quedarán estrías por el estiramiento de la piel por lo que los tatuajes en esa zona se estropearán.

Esto puede solucionarse ya que algunos artistas saben rediseñar y arreglar el tatuaje. Algunos incluso consiguen disimular las estrías con un tatuaje.