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Las mamás mayores

Maternidad

Llegar a ser madre es uno de los principales objetivos vitales de muchas mujeres y una de las condiciones más veneradas y respetadas en todas las sociedades.

Debido a la incorporación de la mujer al mundo laboral, las exigencias que implica la maternidad se produce a edades más tardías.

Su capacidad de tener hijos, es decir su etapa fértil, tiene fecha de caducidad: la de su última ovulación y el comienzo de la menopausia. ¿Qué ocurre cuando una mujer siente que es el momento ideal? Los psicólogos te proporcionan algunas claves para afrontar mejor esta etapa crucial:

El instinto materno: ¿para todas? Aunque la mayoría de las mujeres coinciden en que tener un hijo es “lo más maravilloso que puede suceder en la vida”, no todas comparten esa opinión. Es más, muchas mujeres no soportan a los niños, no sienten ganas de tenerlos y después de analizar las ventajas y desventajas dicen que no es conveniente.

Muchos expertos señalan que en estos casos, es preferible que la mujer sea coherente consigo misma, en lugar de ceder a las presiones de quienes la rodean, porque un embarazo no deseado conducirá a conflictos psicológicos para toda la familia.

Abandona los temores infundados. Una buena relación de pareja, trabajo seguro, casa propia, una salud impecable… A veces una mujer se halla en excelente condiciones para tener un hijo, pero tiene resistencia a dar el paso debido a temores. ¿Y si no soy capaz? ¿Si descubro que soy un desastre como madre? ¿Mi pareja se sentirá desplazada por el recién llegado?

Todas las mujeres que se disponen a tener su primer hijo se han hecho las mismas preguntas. La respuesta la brinda la realidad: todas salen airosas, porque la maternidad supone un aprendizaje, también para el hombre.

Mensajes positivos. Repite en tu mente o en voz alta, algunos pensamientos que contrarresten tus creencias negativas y refuercen tu seguridad. Por ejemplo: ”si mi madre ha sido capaz, yo también”, “sacaré lecciones de los errores que cometa”, “criaré a mi hijo con amor…”. No se trata de simples frases: son respuestas a cómo son las cosas en la realidad y nó a como se suponen que son.

Fuente: María Jesús Ribas / EFE / Impre.com

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