La verdad sobre el sexo y la menopausia
En las últimas décadas de la vida es importante tener en cuenta la presencia del cambio de actitud de las personas hacia la vida sexual, así como el desempeño de la función sexual.
Aunque los estudios médicos aseguren que con la edad se va perdiendo la intensidad en el orgasmo, esto no quiere decir que el mismo desaparezca.
La menopausia no sólo afecta a la mujer desde el punto de vista psicológico y en el comportamiento con las personas que la rodean, también produce cambios significativos a nivel sexual y por consiguiente en la relación de pareja.
Según informes del centro de envejecimiento de la Universidad Duke en Estados Unidos, el 72 por ciento de las mujeres mayores de 40 años de edad, reconoce haber mejorado su experiencia orgásmica durante el acto sexual, en comparación con la época de juventud.
Es por esto que no hay razón alguna para que la vida sexual en la madurez se vea alterada. Por supuesto no es lo mismo mantener relaciones sexuales a los 20 años que a los 40 o a los 60, pero los expertos dicen que si se lleva una sexualidad activa y satisfactoria por un periodo largo, no hay motivos para que se detenga durante o después de la menopausia.
“El permiso para disfrutar de una actividad a lo largo de los años facilita la capacidad del goce. También estimula la salud del vínculo amoroso y establece un espacio de encuentro íntimo que no envejece”, dice la médica y sexóloga Sonia Blasco.
La autora de “Menopausia: Una etapa vital” (Aguilar/Santillana), asegura que durante dicho período puede presentarse una disminución de la sensibilidad del organo sexual femenino. Y si no hay una estimulación suficiente, el orgasmo puede ocurrir con menor frecuencia o a menor intensidad.
“Si la mujer joven debe vencer los prejuicios sexistas —propios y del medio— que admiten su deseo sexual sólo como objetivo erótico y no como sujeto erótico, que enorme barreras debe superar la mujer madura, única promotora de su deseo”, indica Blasco.
“Resulta todo un desafío mostrar que desea, que busca, que es activa en la conquista y que puede poner en juego todas las artes de su feminidad, aun cuando haya superado los cincuenta. La experiencia, la serenidad, la autoestima, son algunos de los ingredientes que le permiten reconocer, y respetar, su deseo amoroso”, explica la sexóloga argentina.
Cada mujer vive su sexualidad en relación a las características de su personalidad, los prejuicios de la cultura y las huellas de su historia.
Muchos son los obstáculos que tiene que superar para aceptar que su cuerpo sigue deseante y deseable, como la represión, miedos aprendidos, cambios corporales, prohibiciones heredadas, entre otros.
En Estados Unidos las estadísticas informan que existe mucha información sobre la menopausia, y aquellas que superan los 60 años aseguran que son activas sexualmente como a los 20.
Es por eso que muchas madres cuando sus hijos abandonan el hogar, vuelven a tomarse de la mano con sus parejas y descubren un potencial de sexualidad como en los viejos tiempos.
Sonia Blasco enfatiza que una de las soluciones si se presentan problemas es “conversar abiertamente con tu compañero acerca de tus cambios, escuchar dudas… ensayar el ‘músculo del amor’ a dúo… Probar diferentes posturas para encontrar la más cómoda y evitar el dolor durante la penetración, conocer y adecuarse a los cambios de esta etapa y compartir los cambios con el compañero”.
La mujer debe buscar un guía eficaz: el médico. El profesional evaluará junto a la paciente el problema y buscará el mejor tratamiento contra la menopausia. En este caso, la persona afectada debe romper con los tabúes y exponer de una forma sincera aquello que le está afectando.
“Compartir un masaje es un buen comienzo ya que el objetivo es disfrutar el contacto sin más expectativas. El masaje, además, reduce la ansiedad disminuye el nivel de las hormonas relacionadas con el estrés y aumenta los niveles de occitocina, la hormona relacionada al apego (…) Cerrar con llave la puerta garantiza un espacio para la intimidad, y un terreno propio, sin hijos ni familia, sin negocios ni tareas domésticas: solos, con tiempo para compartir”, agrega Blasco, fundadora de CIESS (Centro de Investigación y Educación en Salud Sexual).
En definitiva, el sexo no tiene nada que ver ni con la edad ni con la belleza, sino con el deseo, el placer y el amor.
Fuente: Julio Paredes / Impre.com
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Estoy de acuerdo con eso