Hombres y mujeres sin compromiso se unen solo para tener hijos

La coparentalidad consiste en un acuerdo entre dos o más personas que deciden tener un bebé juntos sin estar en pareja. En este sentido, la coparentalidad, hetero u homoparental, se puede concebir como una donación de esperma a través de la cual el donante de semen juega cierto papel, definido de antemano, en la crianza del niño(a).

Isabel busca un padre, pero no uno cualquiera, no quiere un amante esporádico ni un donante anónimo. Por encima de todo desea ser madre, pero Cupido en su caso no acertó y ahora, con el objetivo claro, se lanza a la complicada aventura de hallar al co-padre idóneo. «Siento la necesidad imperiosa de dar vida, de convertirme en mamá. Para mí acudir a un banco de semen es egoísta, ya que la experiencia me ha demostrado que ambas figuras son necesarias. Yo tuve un padre ausente y sé cómo sabe ese vacío».

Hace un año se registró en co-padres.net, un portal virtual donde se ofrecen hombres y mujeres con idéntica ambición. Cada candidato diseña con esmero su anuncio declarando edad, aficiones, enfermedades hereditarias si las hubiese, condición sexual, si es o ha sido fumador, si está soltero o si su cónyuge se involucra en el proceso, sus ingresos, nacionalidad y, tal y como explica Isabel, también se detallan los «motivos y aspiraciones».

Madrileña de 42 años, atractiva, con tres licenciaturas, divertida y autónoma, postergó su maternidad en parte por la crisis. «Si por mí hubiera sido, con 25 años habría dado a luz por lo menos dos veces, pero debido a múltiples circunstancias, incluidas las financieras y las amorosas, no pudo ser. Además, todavía tenemos una pésima conciliación familiar y laboral, y supongo que influye la dichosa presión de nuestras madres o abuelas, para no tener hijos demasiado pronto y disfrutar de la vida».

Resulta curioso que el perfil de las mujeres que acuden a internet o contrata los servicios de celestinas profesionales sea el de intelectuales con carreras exitosas, independientes, modernas, aparentemente seguras y con una media de edad comprendida entre 35 y 45 años.

fuente: http://www.elmundo.es/yodona/2015/11/14/563250c722601d5d3d8b4674.html