Microinyección

Consiguen el nacimiento de 14 niños con una técnica de inyección espermática

Biólogos japoneses consiguen el nacimiento de 14 niños con una técnica de inyección espermática en experimentación.

Les dijeron que eran estériles y les recomendaron recurrir a un donante de esperma para poder tener hijos, sin embargo, la recuperación de una técnica de reproducción asistida -descubierta en la década de los 90 pero considerada poco eficiente hasta ahora- ha permitido a 12 japoneses tener hijos sanos.

La falta de espermatozoides en los varones puede deberse, a grandes rasgos, a dos causas. Por un lado, las llamadas azoospermias obstructivas se producen cuando los conductos seminales están obstruidos, por lo que existen células reproductivas en los testículos, aunque estos se expulsen en el eyaculado. Mediante una pequeña biopsia, pueden obtenerse sus propios espermatozoides y emplearse en técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, en otros casos, los testículos directamente tienen problemas para la producción de estas células germinales y ni siquiera la inyección permite obtenerlos, por lo que estos varones deben recurrir a un donante de esperma si desean ser padres.

Estos varones podrían tener un último recurso en una técnica denominada ROSI.

Se trata de utilizar las células germinales más inmaduras que existen, es decir, los precursores celulares de los espermatozoides, extraídos directamente mediante una biopsia e inyectarlos en un óvulo. Esta llamada ‘inyección intracitoplásmica de espermátidas redondas’ (porque dichas células no presentan aún ni siquiera la característica cola de los espermatozoides) ha logrado en un estudio con 12 parejas, el nacimiento de 14 niños sanos física e intelectualmente, por lo que los autores consideran que la técnica merece al menos la consideración de ‘último recurso’.

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