Reproducción Asistida

Con la menopausia precoz, ya no será imposible ser madre

Donar óvulos no perjudica la fertilidad de la mujerLa menopausia  es el cese permanente de la menstruación. Normalmente  La edad de una mujer que está teniendo su último periodo está alrededor de los 50 años. Y ya, a partir de ese momento es prácticamente imposible que suceda una gestación. Pero ¿Qué ocurre si la menopausia es precoz? ¿ya no podré ser madre?

 

Se estima que el 1% de la población general femenina tiene problemas de fertilidad por culpa de lo que se denomina insuficiencia ovárica primaria, es decir, son mujeres cuyos «ovarios han dejado de funcionar, prácticamente no les quedan folículos ováricos» (producen óvulos), reza el artículo que acaba de publicar la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences'(PNAS).

El ovario está programado para dejar de funcionar con el paso de los años, pero en una pequeña parte de la población, este proceso natural se adelanta y se interpone en la ‘carrera’ de la maternidad. Lo que ocurre es que, antes de tiempo, se produce la liberación de unas proteínas (entre otras, la llamada proteína Pten) que hacen que los folículos ováricos no evolucionen y, por lo tanto, no alcancen la madurez suficiente como para que produzcan los óvulos.

Con el objetivo de revertir este proceso, un grupo de científicos liderados por Kawamura decidió poner en práctica una nueva técnica descrita por autores de la Universidad de Stanford. Seleccionaron a 27 mujeres con una edad media de 37 años y todas con menopausia precoz (que han dejado de tener menstruaciones antes de los 40 años), habían dejado de menstruar una media de 6,8 años antes.

Según trabajos anteriores, subraya Aaron Hsueh, ginecóloga de la Stanford y autora del estudio, «estas mujeres, aunque ya no tienen ciclos menstruales, aún presentan una pequeña reserva folicular». En una investigación anterior, esta ginecóloga demostró que es posible bloquear ese mecanismo por el que se desencadena la menopausia en mujeres jóvenes. Basándose en esta premisa, el equipo japonés se puso manos a la obra.

La nueva técnica

Primero, a través de una intervención llamada laparoscopia, se extrajeron los ovarios de las participantes. Después, en el laboratorio, se fragmentaron mecánicamente y se ‘trataron’ con unos fármacos específicos (los indicados por Hsueh) precisamente para anular el mecanismo responsable de que los folículos ováricos no evolucionen.

Finalmente, mediante una segunda laparoscopia, se introdujo de nuevo el material ovárico (esta vez manipulado) en las trompas de Falopio. Cada semana, las mujeres fueron controladas con ecografías y se les realizaron análisis para evaluar los niveles de una hormona que detecta el crecimiento del folículo.

Se observó el crecimiento del folículo en ocho de las participantes. A éstas, además, se les puso un tratamiento hormonal para estimular la ovulación. Cinco de ellas desarrollaron óvulos maduros que se recogieron (a través de la vagina, con punción ovárica) para llevar a cabo la fecundación in vitro y aquí viene la segunda parte. Como en cualquier otro procedimiento de este tipo, los óvulos fueron fecundados con el esperma de sus respectivas parejas. Los embriones se congelaron para después transferirlos al útero.

 

fuente :elmundo.es

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