Ansiedad y depresión

Alrededor del 20% de los pacientes que se someten a técnicas de reproducción asistida sufre ansiedad y un 10% padece depresión. Por ello, es importante mantener el equilibrio emocional de las parejas con tratamiento psicológico de apoyo antes, durante y después de las mismas.

Un grupo de investigadores daneses realizó un estudio en el que participaron 98.737 mujeres en tratamiento de fertilidad. Comprobaron que las mujeres que no pudieron tener un hijo después del primer intento tuvieron un 18% más de riesgo de ser tratadas por desórdenes mentales como ansiedad, depresión, trastornos de adaptación y trastornos obsesivo-compulsivos que las mujeres que tuvieron al menos un bebé. Se demuestra así la importancia de la orientación y el tratamiento psicológico de los pacientes infértiles.

Consecuencias

La infertilidad produce niveles elevados de estrés, frustración y, a veces, desesperación. Los dos miembros de la pareja son susceptibles de sufrir estos síntomas, aunque se sabe que son las mujeres a quienes resulta más traumática esta situación.

Estos sentimientos generan problemas que afectan a la relación con la pareja, la familia e incluso a las relaciones sociales. Además, es importante durante las técnicas de reproducción asistida el factor emocional y la disposición saludable de la pareja. El estrés afecta el eje hipófisis-pituitario-adrenal y altera las hormonas de la fertilidad FSH, GnRH y LH. Además, puede tener cierta influencia en la irrigación del útero y el ovario, lo que puede dañar la calidad de los ovocitos. Por otro lado, existen evidencias de que el estrés puede afectar a la calidad espermática del varón.

Además del apoyo familiar y de la pareja hay que destacar la importancia y el papel de un grupo de psicólogos en estos procesos que incluyan terapias, evaluaciones psicológicas y grupos de apoyo. Los resultados de los tratamientos se verán muy favorecidos con una preparación emocional adecuada de la pareja.

Fuente: Reproducción Asistida ORG